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Las comprobaciones de fugas son una parte importante de la normativa revisada sobre gases fluorados y son esenciales cuando se manipulan refrigerantes. A continuación encontrarás la información y las directrices más recientes.

Pautas generales

Además de los límites conocidos para los refrigerantes HFC para la realización de comprobaciones de fugas, ahora deben realizarse comprobaciones de fugas para cantidades de llenado de 1 kg de refrigerante HFO o más (2 kg para sistemas herméticamente sellados).

A partir de ahora, las pruebas de fugas deben realizarse en enfriadoras con el refrigerante R-1234ze con una cantidad de llenado de ≥ 1 kg. La empresa especializada que realice la inspección también debe tener la certificación para gases fluorados.

Excepción: Para los dispositivos herméticamente sellados instalados en edificios residenciales, no es necesario realizar comprobaciones de fugas si la cantidad de llenado es < 3 kg.

En la tabla siguiente puedes ver la frecuencia prescrita de las comprobaciones de fugas para cada cantidad de llenado del tipo de refrigerante respectivo:

Especificaciones tras la reparación

Al igual que antes, la última prueba de estanqueidad tras una fuga reparada debe realizarse en el plazo de un mes desde la reparación.

NOVEDAD: El intervalo de tiempo mínimo entre la reparación y la prueba de fugas final debe ser ahora de al menos 24 horas (antes la prueba podía realizarse directamente después de la reparación).

La inspección no tiene que realizarse necesariamente in situ, sino que también puede llevarse a cabo mediante un método de inspección indirecta a través de nuestras diversas soluciones externas, como Daikin on Site (enfriadoras), Daikin Cloud Plus (VRV), Web Checker (VRV o Rooftop) o DCS Residential (sistemas split seleccionados). Estos métodos de inspección indirecta están permitidos para cualquier inspección de fugas preventiva y prescrita en el tiempo.

Esta normativa se aplica inmediatamente a todos los sistemas, independientemente del tipo de refrigerante, después de reparar una fuga.