¿Quieres cuidar de la salud de tu familia? Entonces cuida la temperatura interior en casa
Ni estrés ni resfriados. Aprende cómo mantener la temperatura ideal en el interior de tu casa puede cuidar de tu salud y bienestar.

La salud y el bienestar de nuestros seres queridos es siempre una prioridad. En este sentido, mantener una temperatura interior adecuada en casa es crucial, especialmente cuando tienes niños pequeños. La búsqueda de este equilibrio a menudo nos lleva a depender de soluciones modernas como la calefacción y el aire acondicionado para mantenernos cómodos a lo largo de las estaciones.
Sin embargo, con el uso de estos sistemas viene la responsabilidad de elegir una temperatura que no solo sea cómoda, sino también saludable para toda la familia. ¿Pero cuál es esa temperatura ideal que cuida de la salud de tus seres queridos sin disparar las facturas de energía? Veamos qué dicen los expertos al respecto.
¿Qué voy a leer en este artículo?
- Cómo afecta la temperatura interior a tu salud física y mental
- Qué temperatura interior es saludable
- Cuál es la temperatura recomendada para cada estancia
- De qué depende la temperatura ideal en una casa
- La temperatura interior de una casa por épocas del año
- Niños pequeños en casa
- Temperatura ideal para la eficiencia energética
- El papel de la humedad en la temperatura interior de casa
Cómo afecta la temperatura interior a tu salud física y mental
Primero, es fundamental entender por qué la temperatura interior es tan importante. Un ambiente demasiado caliente o frío no solo es incómodo, sino que también puede afectar negativamente nuestra salud. Las temperaturas extremas pueden contribuir a problemas respiratorios, estrés, dificultades para dormir, e incluso aumentar el riesgo de enfermedades como resfriados o gripe. Para los niños, cuyo sistema inmunológico aún está en desarrollo, el impacto puede ser aún mayor.
El informe Oficina Saludable de la Asociación Polaca de Edificios Ecológicos sugiere que el confort térmico influye en el estado de ánimo, la eficiencia, la productividad y la satisfacción laboral. ¿Demasiado calor? Los empleados se sienten perezosos y cansados. ¿Demasiado frío? Les cuesta concentrarse. Los estudios de la Universidad Tecnológica de Helsinki y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley lo corroboran: los científicos descubrieron que la productividad de los empleados era mayor a 21-22°C. Cada aumento de 1 °C provoca una caída de la productividad de 2 puntos porcentuales.
En cuanto a la salud física, las altas temperaturas interiores han sido asociadas con efectos adversos en la salud respiratoria, el manejo de la diabetes y el núcleo de la temperatura corporal. Un estudio global sistemático publicado en PubMed destaca la fuerte evidencia de estos efectos. Las bajas temperaturas interiores, por otro lado, se han relacionado con un aumento en la presión arterial, síntomas de asma y una mala salud mental. Un capítulo destacado en los libros del Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos subraya cómo las casas frías pueden contribuir a estos problemas de salud.
¿Qué temperatura interior es saludable?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que una temperatura interior de 18°C es adecuada para la salud de las personas en general. Para aquellos con vulnerabilidades específicas, como ancianos, niños pequeños, y personas con ciertas condiciones de salud, se recomienda mantener la temperatura un poco más alta, alrededor de 20°C.
Si tu casa es fría y húmeda, se convierte en el caldo de cultivo perfecto para la humedad y el moho. Una temperatura interior inferior a 16 °C aumenta el riesgo de asma y otras afecciones respiratorias, mientras que bajar de 12 °C pone bajo presión al sistema cardiovascular. Una casa fría puede aumentar el riesgo de depresión y confusión. El dolor crónico puede empeorar mucho la situación.
Si hace demasiado calor y está demasiado cargado el ambiente, podemos sufrir dolores de cabeza o irritación de las mucosas, o sentirnos demasiado cansados para concentrarnos.
¿Cuál es la temperatura ambiente cómoda recomendada para cada estancia?
Depende de la habitación, pero 20 °C es una buena referencia. Los baños deben ser más cálidos, entre 22 y 24 °C, para evitar sobresaltos al salir de una ducha caliente. Los dormitorios de los adultos deben ser más frescos, entre 16 y 19 °C, ya que nuestra temperatura corporal disminuye mientras dormimos. Y conciliamos mejor el sueño si nuestro sistema regulador interno no tiene que trabajar demasiado. Sin embargo, ten en cuenta que un dormitorio demasiado frío puede dificultar el sueño o el estudio si se utiliza también como zona de trabajo.
Las habitaciones de los niños deben estar a unos 17-20 °C. Si la habitación de un niño es demasiado calurosa y, por tanto, tiene un aire seco, puede provocar problemas respiratorios. Se dice que, para las personas mayores, dormir en un dormitorio demasiado cálido contribuye a sufrir infartos de miocardio, asma e ictus. Los estudios han demostrado que el rendimiento físico de las personas mayores - desde su capacidad para levantarse de una silla hasta la rapidez con la que caminan - se ve afectado negativamente por una temperatura interior en casa demasiado cálida.


La temperatura ideal de una casa por épocas del año
A lo largo del año, la temperatura ideal en casa va cambiando para que estemos a gusto sin que se dispare la factura de la luz. En invierno, nada como tener la casa a unos 20°C a 22°C durante el día; y cuando nos vamos a dormir, bajarla un poquito a 18°C ayuda a dormir mejor y a ahorrar, como ya te contamos en este artículo.
En verano, para combatir el calor sin vivir pegados al aire acondicionado, mantener la casa fresquita a unos 25°C es lo ideal. Aquí te hablamos más en profundidad sobre este asunto
Y en esas épocas de cambio que son la primavera y el otoño, donde un día hace frío y al siguiente calor, lo mejor es ajustar la temperatura a un cómodo 19°C a 22°C, aprovechando a abrir las ventanas para que corra el aire fresco. Es una manera genial de sentirse bien en casa, cuidando el bolsillo y el planeta, adaptándonos un poco a lo que cada uno necesita y a cómo es cada hogar.
¿Cómo podemos conseguir un ambiente interior saludable manteniendo estos parámetros de temperatura?
- Durante el invierno: Asegúrate de que la casa esté bien aislada para mantener el calor. Evita subir demasiado la calefacción para no resecar el ambiente, ya que el aire seco puede irritar las vías respiratorias. Considera el uso de humidificadores si el aire se vuelve demasiado seco.
- En verano: Utiliza cortinas o toldos para bloquear el sol directo y mantener la casa fresca. El aire acondicionado es útil, pero mantenerlo en una temperatura moderada es clave para evitar choques térmicos al entrar o salir de casa.
¿De qué depende la temperatura ideal en una casa?
La temperatura interior en casa varía según varios factores:
- Las preferencias personales.
- La época del año.
- El diseño y aislamiento de la casa.
- Las actividades que se realizan dentro del hogar (estudiar, trabajar, dormir, hacer ejercicio, etc.)
- La vestimenta de sus ocupantes.
Niños pequeños en casa
En hogares con niños pequeños, mantener una temperatura ligeramente más alta, alrededor de 22° C a 24° C, es recomendable, especialmente en habitaciones donde los niños pasan mucho tiempo jugando en el suelo o durmiendo. Esto ayuda a prevenir resfriados y asegura un ambiente cómodo para los más vulnerables.
Temperatura ideal para la eficiencia energética
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en verano la temperatura del interior de nuestra vivienda debe estar entre los 25 y los 26 grados centígrados. En invierno debe oscilar entre los 21 y 23 grados centígrados durante el día, y entre los 17 y 18 por la noche.
De hecho, IDAE asegura que la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda debe ser de entre 6 y 12 grados centígrados, aproximadamente, especialmente en verano.
¿Qué se puede hacer para aumentar la humedad de una habitación y obtener el clima y la temperatura ideal en tu casa?
Pero la temperatura es solo una pieza del rompecabezas del confort. La humedad juega un papel igualmente crítico. Aquí algunos trucos para mantenerla en el punto justo:
- Humidificadores: Estos guardianes de la humedad pueden ser aliados valiosos, especialmente cuando el aire se torna demasiado seco.
- Plantas de interior: Además de purificar el aire, las plantas liberan vapor de agua durante la transpiración, aumentando la humedad del entorno.
- Fuentes de agua: Un recipiente con agua cerca de una fuente de calor se convierte en un simple pero eficaz humidificador natural.
En conclusión, mantener una temperatura adecuada en el interior de nuestra casa trasciende la mera búsqueda de confort o eficiencia energética. Es, sobre todo, una estrategia vital para preservar nuestra salud y bienestar. Al ajustar el termostato con consciencia, no solo estamos creando un ambiente más agradable, sino que también estamos tomando una medida preventiva contra posibles problemas de salud derivados de temperaturas inadecuadas.
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