Saltar al contenido principal

¿Sabías que ajustar tu aire acondicionado entre 24 y 26°C puede reducir significativamente tus gastos de energía? Encuentra aquí las claves para un verano fresco y económico.

Llega el verano y, con él, las temperaturas comienzan a escalar a alturas que desafían nuestra capacidad de mantenernos frescos y cómodos. La luz del sol inunda las calles, convirtiendo cada esquina en un recordatorio constante del calor que se avecina.

En este escenario, el aire acondicionado se convierte en más que un simple electrodoméstico; se transforma en nuestro mejor aliado, prometiendo un refugio donde el clima abrasador del exterior queda a meras anécdotas. Sin embargo, esta comodidad viene con su propio dilema: la factura de la luz. A medida que el aire acondicionado trabaja incansablemente para combatir el calor, el consumo energético se dispara, llevando consigo un incremento notable en nuestros gastos mensuales.

Pero ¿qué pasaría si te dijera que puedes disfrutar del confort que ofrece tu aire acondicionado sin que ello signifique vaciar tus bolsillos o comprometer el bienestar del planeta? Te lo contamos.

¿Qué voy a leer en este artículo?

La importancia de la eficiencia energética

La eficiencia energética en casa no es solo una moda pasajera; es una forma inteligente de vivir. Es como decirle a tu hogar: "Vamos a ser más listos con la energía que usamos". Y cuando se trata de mantener fresco tu espacio durante esos veranos calurosos, ser eficiente puede marcar una gran diferencia, tanto en tu bolsillo como en el bienestar del planeta.

Piénsalo así: todos queremos llegar a un hogar fresco y acogedor después de un día bajo el sol abrasador sin tener que temer la llegada de la factura. ¿Cómo podemos lograrlo?

Primero, algo básico: ajusta tu aire acondicionado a una temperatura razonable. No necesitas convertir tu sala en un refrigerador para sentirte fresco. Establecerlo en unos cómodos 24- 25 grados es un buen punto de partida. Esto reduce la presión sobre tu aire acondicionado y, por ende, consume menos energía.

Luego, vamos a hablar de mantenimiento. Un filtro limpio y un sistema en buen estado no tienen que trabajar tan duro, lo que significa menos consumo de energía. Piensa en ello como llevar tu coche a revisión; un pequeño esfuerzo para asegurarte de que todo funcione sin problemas.

Además, considera el aislamiento de tu hogar. Cosas simples como cerrar cortinas para bloquear el sol directo o sellar rendijas donde el aire puede escapar pueden hacer una gran diferencia. Es como abrigarte bien en invierno; si mantienes el calor fuera, tu aire acondicionado no tiene que luchar contra él.

Por último, si estás pensando en adquirir un nuevo aire acondicionado, busca aquellos con buena calificación de eficiencia energética y un bajo consumo eléctrico. Son más amables con el medio ambiente y, aunque puedan tener un costo inicial más alto, a largo plazo, la inversión vale la pena por el ahorro en tus facturas.

¿Cuánto gasta el aire acondicionado a 27 grados?

En mayo de 2022, el Gobierno de España estableció, dentro de su plan de eficiencia energética, una limitación al aire acondicionado: este no podía bajar en verano de los 27 grados. ¿El objetivo? Ahorra energía. ¿Los resultados? Tal y como recoge ABC, por mucho que la temperatura esté a 27 grados, si el electrodoméstico está en funcionamiento muchas horas, el ahorro será mínimo.

¿Cuánto gasta un aire acondicionado a 24 grados?

No se trata de un número arbitrario. Ajustar el termostato de tu aire acondicionado a esta temperatura es el equilibrio perfecto entre mantener un ambiente fresco y confortable sin que tu factura de electricidad se dispare hacia la estratósfera.

Pongámoslo en perspectiva: según análisis realizados, por cada grado que decides bajar de los 24ºC, el consumo de energía de tu aire acondicionado aumenta en un sorprendente 8%. Esto significa que ceder ante la tentación de una brisa polar puede tener un costo más elevado de lo que imaginas, tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente.

Mitos sobre la eficiencia energética del aire acondicionado

Rodeando a estos dispositivos existen numerosos mitos que pueden influir en cómo los utilizamos, afectando no solo nuestro confort sino también nuestra factura de electricidad. Es hora de desmitificar algunas de estas creencias y ajustar nuestras prácticas para un uso más eficiente y saludable.

Mito 1: Usar el aire acondicionado por debajo de la recomendación de 24 a 26 °C mejora el enfriamiento.

Realidad: Bajar la temperatura del aire acondicionado más allá de lo recomendado no necesariamente acelera el proceso de enfriamiento de una habitación. En realidad, esto puede resultar en un consumo energético innecesariamente alto sin ofrecer beneficios adicionales en confort. Además, mantener temperaturas demasiado bajas puede ser contraproducente para la salud.

Mito 2: El aire acondicionado solo debe usarse en días extremadamente calurosos.

Realidad: Aunque es cierto que el aire acondicionado es más necesario durante los días de calor intenso, un uso moderado y ajustado puede mejorar significativamente la calidad del aire interior y proporcionar un ambiente confortable constantemente. Además, los sistemas modernos de aire acondicionado están diseñados para ser eficientes, permitiendo su uso sin un excesivo gasto energético-

Mito 3: Apagar y encender el aire acondicionado constantemente ahorra energía.

Realidad: Este hábito puede resultar en un mayor consumo de energía, ya que los sistemas de aire acondicionado utilizan más energía durante el proceso de arranque. Una mejor estrategia es utilizar el termostato de manera inteligente o sistemas de programación para mantener una temperatura constante y confortable sin desperdiciar energía.

Desmontar estos mitos no solo nos ayuda a comprender mejor cómo utilizar nuestros sistemas de aire acondicionado de manera más eficiente, sino que también contribuye a un uso más consciente y responsable de la energía en nuestros hogares. Recordemos que el objetivo es mantener un equilibrio entre confort, salud y sostenibilidad.

8 consejos adicionales para reducir el consumo de energía

Y ya después de dejar claro que ajustar el aire acondicionado entre 24 y 26 grados es una excelente manera de mantener un equilibrio entre confort y eficiencia energética, queremos compartir contigo otras estrategias que puedes implementar para reducir aún más el consumo de energía en tu hogar:

  1. Aislamiento eficiente: Una de las medidas más efectivas para mantener tu hogar fresco es asegurarte de que esté bien aislado. Esto incluye sellar rendijas y grietas por donde pueda escaparse el aire fresco y entrar el aire caliente. La inversión en ventanas de doble acristalamiento también puede ser muy beneficioso.
  2. Uso de cortinas y persianas: Durante las horas de mayor insolación, cerrar cortinas, persianas o toldos puede reducir significativamente la cantidad de calor que entra en tu hogar a través de las ventanas, lo que reduce la carga en tu sistema de aire acondicionado.
  3. Ventilación nocturna: Aprovecha las temperaturas más frescas durante la noche y temprano en la mañana para ventilar tu casa. Abrir ventanas en este momento puede ayudar a expulsar el calor acumulado durante el día.
  4. Electrodomésticos eficientes: Usa electrodomésticos con alta calificación de eficiencia energética y trata de usarlos durante las horas más frescas del día o la noche. Por ejemplo, lavar ropa o usar el lavavajillas por la noche puede evitar generar calor adicional en tu hogar durante las horas de mayor temperatura.
  5. Mantenimiento del aire acondicionado: Un mantenimiento regular de tu aire acondicionado puede mejorar su eficiencia. Asegúrate de limpiar o reemplazar los filtros al menos una vez al año antes de la temporada de uso intenso.
  6. Un buen jardín: Plantar árboles o arbustos alrededor de tu casa puede proporcionar sombra y ayudar a reducir la temperatura interior. Asegúrate de plantarlos en lugares estratégicos donde puedan bloquear la luz solar directa durante las horas de mayor calor.
  7. Pintura reflectante: Considera el uso de pinturas reflectantes para techos y paredes exteriores. Estas pueden reflejar una parte significativa de la radiación solar, manteniendo tu casa más fresca.
  8. Desconectar aparatos: Incluso cuando no están en uso, los aparatos electrónicos pueden generar calor y consumir energía. Desconéctalos o usa regletas con interruptores para apagarlos completamente.

En conclusión, la llegada del verano no tiene por qué ser sinónimo de una batalla perdida contra el calor a costa de nuestras finanzas y el medio ambiente. Al adoptar prácticas inteligentes y eficientes en el uso del aire acondicionado, como ajustar correctamente la temperatura, realizar mantenimientos periódicos y complementar con estrategias naturales de enfriamiento, podemos mantenernos frescos y cómodos sin sacrificar nuestra economía o la salud del planeta. Este verano, el desafío no solo consiste en vencer al calor, sino en hacerlo de manera consciente y sostenible. Así, mientras disfrutamos del refugio que nuestro aire acondicionado nos ofrece, también contribuimos a un futuro más responsable con el medio ambiente.

 

Dale un aire nuevo a tu email

Suscríbete a nuestra newsletter y recibe cada mes consejos expertos sobre climatización y purificación de aire.